enero 10, 2020
Ser emprendedora no es una tarea fácil. Si a eso le añades las responsabilidades de la casa, compromisos familiares, compromisos personales y dedicarte tiempo a ti, es bastante normal sentirse abrumado.
¿Alguna vez te has sentido invadida por la preocupación de tantas cosas por hacer y con esa sensación de no avanzar?
Tenemos muchas cosas pasando al mismo tiempo, y es fundamental establecer un balance e intervenir para poder progresar y no quedarnos estancadas en el día a día.
Existe una solución de tres palabras que la mayoría de las personas exitosas te dirán es clave: gestión del tiempo.
En esta búsqueda de un día de trabajo más productivo nos ha llevado a pensar erróneamente sobre lo que es realmente la productividad: Es mucho más que marcar las tareas que hiciste en tu lista de tareas pendientes.
Las personas verdaderamente productivas no se concentran en hacer más cosas, es justamente lo contrario. Si realmente quieres ser productiva, tienes que enfocarte y hacer menos cosas pero que te generen más resultados.
Aumenta tu productividad poniendo estos 6 hábitos en práctica:
Ser productiva durante tu jornada de trabajo requiere de planificación. Por lo tanto, al final del mes, inicio de semana o ya sea temprano en la mañana, o la noche anterior, es importante visualizar en una lista y calendario todas las actividades pendientes (una agenda donde anotes todo es una buena herramienta y google calendar funciona de maravilla). Tener la planificación de tu tiempo frente a ti en lugar de volar a lo largo del día/semana/mes te ayudará a mantenerte centrada, enfocada y a saber cuándo debes decir que no.
Deja de tratar de hacer 10 cosas a la vez – hablando de trabajo, porque en las tareas de la casa y lo hijos puede ser un poco más retador =).
Cambiar de actividad constantemente disminuye significativamente tu capacidad de concentración y foco en lo que estás haciendo, por ende no sólo afecta la calidad de lo que haces, si no que te tomará mucho más tiempo. El secreto para ser más eficiente es tratar de concentrarte en una tarea a la vez.
Sólo el 20% de lo que haces cada día produce el 80% de tus resultados.
Dale prioridad a las cosas más importantes y que te generarán más resultados y suelta aquellas que tienen un efecto mínimo en tu productividad general.
1) Rompe tus proyectos en pasos y elimina sistemáticamente las tareas hasta que te quedes con el 20 por ciento que obtiene el 80 por ciento de los resultados.
2) Todos los días haz una lista de las 6 cosas más importantes para hacer, donde la número 1 es la más importante y la última es la menos para visualmente establecer la prioridad.
No todo funciona igual para todas. Todas tenemos actividades distintas y tendencia/personalidades diferentes. Administra tu tiempo de acuerdo a tu auto-conocimiento. Yo amo la frase “si no lo ves no lo puedes trabajar”. Identificar es clave para poder intervenir. Tómate unos días para evaluar/estar consiente de cuáles son esas tendencias y distracciones que puedan estar afectando tu productividad. También identifica cuáles son tus fortalezas y de acuerdo a lo que identifiques crea tu propio sistema.
Por ejemplo, si eres una persona que trabaja mejor por las mañanas, planifica tu día para que en función de eso hagas las tareas que requieran de tu versión más concentrada y enfocada a esa hora.
Dale la importancia a tus proyectos que se merecen.
Empieza tú por creer y abrazar tus proyectos para que los demás también puedan hacerlo, sólo así podrás darle prioridad cuando tengas que decidir entre todas las cosas que debes cumplir.
Por ejemplo, si siempre las cosas de los demás son más importantes que las tuyas, y tienes que constantemente aplazar tus actividades, será más difícil avanzar. Conversar con tu familia y personas más allegadas sobre tus objetivos y planificación te ayudará a que te apoyen, a pedir ayuda cuando sea necesario, que puedan entender y estar en la misma página.
Es importante hacer una pausa de vez en cuando, y darnos cuenta de todo lo que hemos logrado. Es bastante increíble si de verdad te tomas el tiempo para apreciarlo. Nos merecemos una felicitación y recompensa que no sólo nos ayudará a relajarnos y sentirnos orgullosas de nosotras mismas, si no que también nos mantendrá motivadas.
Puede ser simplemente valorar y darte las gracias por el camino recorrido, tomarte el tiempo de leer el libro que tienes rato queriendo leer, ir a a arreglarte el pelo o las uñas, un masaje o tomarte un largo baño. Sea lo que sea, nunca olvides de mimarte.
Te invito a hacer la prueba de implementar estas actividades por 21 días, que es lo que nos tardamos en formar un hábito. Luego de hacerlo, toma una pausa para evaluar los cambios y el impacto que tuvo hacer estos cambios en tu día a día.
¡Me encantaría escucharte! Deja tu comentario y a así otras mujeres como tu podrán leerte y aprender de tus experiencias!
Un Abrazo
Kari
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Hola, soy Kari Petrovich y esto es Valienta: un espacio para que creemos juntas nuestra versión más poderosa. Bueno, llegamos al episodio 8 de Valienta y hoy quiero hablarles del miedo. El episodio de hoy sería una continuación o la parte II de mi primer episodio de Valienta sobre los miedos y qué hacer con ellos.
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